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17/2/15

Quiero regalar un telescopio y no tengo ni idea

Menudo jaleo...
Las estrellas, los astros en general, son algo que de manera natural suele llamarnos la atención. Al fin y al cabo no sólo convivimos con lo que nos rodea de manera cercana sino que somos parte de un todo que va más allá del suelo, los árboles, las montañas y el mar.

Normalmente a los niños les suele picar la curiosidad cuando ven esos puntitos de luz en el cielo nocturno, y también la Luna ya que la pueden distinguir con sus propios ojos. La curiosidad de acrecenta si, además, les contamos que algunos de esos puntos que se ven son planetas pero que están tan lejos que ni tan siquiera se llegan a distinguir de las estrellas.

Y luego vienen las historias de marcianos que les llegan sí o sí ya sea a través de películas de ciencia ficción, de video juegos o de lo que sea (ojalá su curiosidad venga fomentada en su mayor parte por los libros y documentales).

Sea como sea, regalar un instrumento que les permita descubrir cosas lejanas "que están ahí" puede ser algo muy socorrido, y casí te diría que mágico, para alguna fecha señalada. Pero cuidado, ya que lo que regalemos puede causar ilusión o frustación, y ahí tendremos gran parte de responsabilidad.

No es buena cualquier edad para regalar algo así ya que, previamente, hay que allanar el terreno para que entiendan lo que van a ver, y también trabajar la paciencia porque los telescopios no son instrumentos con los que se consiga el resultado instantáneo en el momento esperado. Es decir, puede sufrirse frustración y eso es justo lo contrario a lo que se pretende.

¡¡No mires al Sol!!
Antes un mensaje CRUCIAL: nunca se debe mirar al Sol con un instrumento óptico. Es tu responsabilidad velar porque ésto no suceda ya que puede causar ceguera permanente. Sólo los instrumentos profesionales y adaptados para ello son útiles en este sentido.

Lo primero que quiero adelantarte es que, incluso para tí, hay un instrumento muy polivalente que podrás usar también de día: unos simples prismáticos. Sí, con unos simples prismáticos (que no superen los 10 aumentos y que al menos tengan un diámetro en sus lentes delanteras de 50mm, cosa que viene en las características como "10x50") puedes tener observaciones fabulosas de la Luna, pero también puedes descubrir que las estrellas son de diferentes colores y, si le dedicas un poco te tiempo y lectura a algún libro sencillo, podrás observar cúmulos de estrellas e intuir alguna nebulosa. Quizá estos términos no de suenen por lo que te pongo algún ejemplo de lo que te estoy diciendo:

Nebulosa M42 y cúmulo de Hércules
El siguiente instrumento del que podemos hablar, y que del que es objeto este artículo, sería el telescopio. Lo primero que tienes que tener claro es que hay dos tipos de telescopios básicos (en realidad hay muchos tipos, más bien variantes, pero podemos decir que hay dos grupos diferenciados, sobre todo cuando hablamos de iniciarse): Reflectores y refractores.

Telescopio reflector
Es un telescopio que refleja la luz en un espejo que lleva dentro (parecido al típico espejo de aumentos para maquillarse) y así la concentra.

Telescopio refractor
Es un telescopio que refracta la luz (que la concentra en este caso) através de unas lentes (como las lupas).

Telescopio reflector
Cuando hablamos de telescopios económicos mi recomendación son los reflectores ya que un espejo, por económico que sea, no pecará tanto de malo como una lente barata. Es más, la ventaja de un reflector es que recoge más luz (mayor diámetro) por menos dinero, lo cual te resulta más conveniente (en observación astronómica se trata de recoger la mayor cantidad de luz posible, ya que al fin y al cabo se trata de intentar ver de noche algo que está muy lejos y por tanto es muy tenue) amén de que los espejos carecen de "aberraciones cromáticas" (efecto de descomposición de la luz en colores por motivo de la difracción, cuestión que se presenta en las lentes pero no en los espejos, y que causa como halos de color azulado-violáceo en torno a los objetos).

Muchos aumentos sin calidad (derecha)
Sea cual sea el telescopio en el que pensemos siempre necesitará de unas piezas llamadas "oculares" que son los que nos darán más o menos aumentos (son pequeños instrumentos ópticos que completan el sistema óptico para que podamos mirar con nuestros propios ojos). Normalmente, al comprar un telescopio genérico siempre traerá algún ocular. No os dejéis llevar por la gran cantidad de aumentos que os prometan puesto que sólo es un argumento comercial. Para que os hagáis una idea en este sentido un telescopio de unos 1000 euros difícilmente soporta más de 350-400 aumentos por una mera razón de física y óptica (no es que sea mejor o peor sino que las propias leyes físicas impiden ver con nitidez más allá de esos aumentos). Imagínate pues en un telescopio sencillo: no busques más de 20-30 aumentos porque ni obtendras visiones decentemente nítidas ni tendrás apenas luz para ver ya que estamos hablando de telescopios pequeños y, sobre todo, para más aumentos hace falta un trípode muy muy estable (y eso es muy caro).

Piensa que estos oculares de serie de los que estamos hablando, al fin y al cabo, son "de juguete". Es decir, con un buen ocular aún se aprovecharía más el aparato. Para un primer contacto y, así, probar y jugar serán suficiente, pero si resulta que le gusta el tema, puedrás comprar más tarde un ocular que sea de una gama normalita (que será mucho mejor que esos que vienen) y mirar con él mucho mejor (ideal pues para el siguiente cumpleaños pues estamos hablando de unos 30-40 euros y además hay mucho mercado de ocasión y con material prácticamente nuevo). Como anécdota piensa que los oculares buenos de verdad pueden ser del orden de uno 250-500 euros (¡¡¡!!!).

Una buena compra
Por otra parte, ya sean unos prismáticos o un telescopio, es importante reparar en el soporte que necesiten para quedarse apuntando a donde miremos. Es decir, el trípode o cualquier otro sistema que haga esa función. La cuestión es que podremos tener un muy buen instrumento óptico (me refiero al tubo del telescopio) pero si no tenemos un soporte medianamente decente no lograremos a penas nada (todo temblará, será muy incómodo y nos dará sensación de borrosidad). En este sentido, un trípode de mediana calidad nos servirá para usarlo con una cámara de fotos, con los prismáticos y alguna otra finalidad. Es decir, un trípode siempre será una buena inversión y, al fin y al cabo, un trípode siempre será un trípode y tardará en "pasarse".

Los telescopios normalmente vienen equipados con trípodes que tienen un cabezal específico para ellos (en los telescopios económicos cada fabricante monta su propio sistema y para telescopios de cierta calidad y precio ya podremos hablar de cabezales con "sistemas estándares"). En las gamas económicas que probablemente sean las que dediquemos a regalar a un sobrino o a un hijo que tratan de iniciarse o probar si les gusta, encontraremos trípodes sencillos de aluminio donde hemos de buscar que tengan una altura suficiente para que el niño esté cómodo de pié cuando mira. Hay versiones pequeñas (de apenas un palmo de altura) que nos obligarán a disponer de una mesa o superficie elevada en la que apoyarse (por eso que sea más polivalente, en principio, uno que tenga altura con el que te puedas ir al campo).

Soporte tipo Dobson
No obstante, para el caso de los reflectores, podemos encontrar también un tipo especial de soporte que no es un trípode sino un invento capaz de rotar arriba-abajo y a izquierda-derecha. Es lo que se denomina sistema Dobson (que fué el señor que lo inventó). Este sistema y para telescopios pequeños necesitará, al igual que los tríopodes pequeños, una superficie elevada en la que apoyarse. La ventaja que presenta es que "tiembla menos que un trípode sencillo" y es cómodo de orientar.

En resúmen, mi recomendación para un regalo a un niño es un telescopio como éste, que podrás guardar en cualquier parte o llevarlo donde quieras y con el que podrá ver decentemente, amén de ser económico (presupuesto de unos 70 euros):

  • Reflector de 76mm con soporte ("montura") Dobson. Pon en tu buscador favorito o en alguna tienda online conocida las palabras "telescopio reflector 76" y te saldrán muchas ofertas. Es un telescopio que venden varios fabricantes pero que es el mismo (digamos que viene a ser algo así como un producto de gama blanca). Ojo, cuando lo busquéis aseguraos de que en la oferta se incluye el set de oculares, ya que de lo contrario no se podrá utilizar y lo tendréis que comprar a parte. A continuación te pongo algunos ejemplos del modelo que comento donde puedes comprobar que son el mismo pero con diferentes acabados (¡y precios!).

El 76 con Dobson

Estos son ejemplos de lo que se puede ver con él:




Espero haberos ayudado.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias. Muy bien explicado y muy útil

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  2. es fácil entender de cualquier cosa, lo único que hay que hacer es comprar lo más caro

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