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9/2/15

Cremas con colágeno ¿la solución? Pues no, la verdad.

Crema con colágeno
La piel no es un envoltorio simple, es un órgano (sí, es un órgano y, además, el más grande del cuerpo) que protege al resto del cuerpo de las agresiones externas. No es simple porque está compuesta de varias capas, cada una de ellas con su misión bien definida. Las principales son la "epidermis" (es la parte externa, encargada de regular la hidratación y temperatura corporal) y la "dermis" (en el interior y compuesta basicamente de colágeno).
Capas de la piel
El colágeno es una proteína (una proteína es una molécula compleja y grande, dentro de lo ínfimo que son las moléculas) que generan las células de la piel (también está en el resto de cuerpo, pero hoy queremos aclarar el tema de las arrugas). Precisamente es la sustancia que la dota de elasticidad y también contribuye a que pueda protegerse (protegernos) de agentes tóxicos, bacterias, etc.

Además tiene también una función similar en el resto de tejidos entre los que hemos de considerar todo el sistema circulatorio, digestivo y muscular.
En definitiva sí es importante pero lo es más desde un punto de vista funcional que estético. No es algo que “nos echemos” sino que nuestro cuerpo genera, contiene y necesita. En otras palabras: sin colágeno no funcionas y cuando el colágeno comienza a decrementar su cantidad (a causa normalmente del proceso natural del envejecimiento) tú también comienzas a funcionar peor. La vida es así, y no hay más.

Hay causas de decremento del colágeno (como la vejez, algunos problemas médicos, la menopausia, etc.) en las que no podemos decidir o, al menos, tenemos poco margen para hacerlo, pero hay otras que sí podemos atajar, y entre ellas las principales son:
Exceso y daño
  • La sobreexposición solar: no te pases con el sol. Ponerte moreno no es más que el intento del cuerpo para defenderse de la agresión de los rayos solares. El Sol daña tu piel y, con ello, afecta a la generación de colágeno. No es que por estar al sol te vayas a morir inmediatamente pero, de verdad, trata de protegerte y cambia de mentalidad. El Sol es un gran reactor nuclear y, cada vez que te sobreexpones a él, te está quemando y deteriorando el cuerpo con su emanación de todo tipo de energía. No es ninguna broma. Protégete con filtros solares (cremas protectoras).
  • La alimentación y los hábitos sanos. Sólo con comer variado y hacer una buena ingesta de vitaminas (¡come fruta!) estarás solucionando en gran medida este asunto del colágeno. Al menos harás que la vejez parezca menor y, sobre todo, la sentirás menos. Reduce al azúcar, créeme, no es buena casi nunca (algún día le dedicaré un artículo). Acostúmbrate a tomar alimentos con vitamina C para evitar los oxidantes (¡frutas, tomates, pimientos, verduras!)
  • Dormir bien ya que, durante el reposo del sueño, el cuerpo genera el colágeno a partir de lo que hayamos ingerido.
  • Dejar de fumar y beber. El tabaco y el alcohol literalmente te queman (oxidan tu cuerpo, lo que empeora la generación de colágeno), te restan vida. Y lo que es peor, pueden convertir tu vejez en una pesadilla.
Comer bien = colágeno
A parte de lo anterior, también se pueden tomar ciertas hormonas recetadas por prescripción médica (la hormona del crecimiento afecta positivamente a la creación de colágeno).

El mayor problema de la piel es que el colágeno se genera en las capas más interiores (la piel tiene varias capas) y a ellas no llega el colágeno de las cremas por mucho que te vendan la idea de la “genial solución de las cremas con colágeno. Esas cremas sólo tienen un efecto disimulador y muy pasajero en las capas superficiales, pero nada más. Es mucho más importante el factor hidratante que puedan aportar que su colágeno.

Para solucionar el verdadero problema del colágeno y las arrugas que se producen como efecto de su carencia paulatina, hemos de tener buenos hábitos (como te comenté antes) y dar tiempo a que nuestro cuerpo mejore gracias a ello. Después de arreglarnos por dentro y sólo quizá (si es que psicológicamente aún no nos visualizamos bien en el espejo) cabe la posibilidad de recurrir a otros tratamientos estimulantes que nada tienen que ver con las cremas. Pero ojo, si antes no te arreglas por dentro (que es lo verdaderamente importante), lo que te hagas por fuera tendrá una efímera duración. Entre esos tratamientos están los siguientes:
Láser fraxel
  • Láser fraxel: genera calor en las capas intermedias de la piel, que el cuerpo reconoce como una agresión y reacciona ante ello generando colágeno para reparar el daño. Es decir, hacemos daño al cuerpo para que se estimule y genere la sustancia reparadora que es el colágeno.
  • Radiofrecuencia: hace lo mismo, es decir, producir calor. Para que lo entiendas sin rodeos es como aplicar microondas a un plato de comida, logrando que se caliente. Pues aquí lo mismo, hace que se calienten las capas interiores de la piel para lograr un efecto similar al del láser. Es decir, se trata de agredir al cuerpo para que reaccione estimulando la generación de colágeno para intentar “curarse”.
  • También tienes ciertos “peelings”, que en realidad lo que hacen es un efecto acción reacción también, en el que primero dañas tu piel para que después el cuerpo actúe intentando repararse mediante la generación de colágeno.
  • Y también existe la opción de la “mesoterapia”. Básicamente te pinchas la piel para llegar con la aguja a una capa de la piel llamada “mesodermo” (de ahí el nombre) y se le inyecta vitamina C y otras sustancias. Hay muchos casos documentados de infecciones derivados de esta práctica.
El tiempo pasa para todos
Sinceramente considera que en tu vida, antes que cualquier beneficio estético tienes que pensar en ti como cuerpo y no como un cuadro que exponer. Cuídate por dentro y verás los efectos por fuera (dale tiempo), entre ellos los derivados del colágeno. Es decir, evita recurrir, si está de tu mano, a procedimientos en los que tengas que atacar a tu cuerpo ¿qué culpa tiene y de qué? Antes cuídate  y si realmente tienes algún problema que requiera un tratamiento, entonces sí, adelante.

Mientras tanto haz lo que “naturalmente” está en tus manos y da tiempo a ver los resultados.

Ahora ya sabemos que:
  • El colágeno ya está en nuestro cuerpo, es parte de él.
  • Cuidar el nivel de colágeno es cuidar el cuerpo entero.
  • Las cremas con colágeno no son la solución.
  • La alimentación es algo básico para el colágeno.
  • Evita beber alcohol y fumar.
  • Cuidado con el Sol, es agresivo.

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