Hoy vamos a comentar algo que para mucha gente es trivial pero que para muchas otras personas, os lo aseguro, no lo es.
En invierno hacemos mucho más uso del limpia parabrisas que en el resto de estaciones y, con ello, del líquido de este sistema. En otras palabras, "del agua de los limpias". Evidentemente no se trata de una fuente inagotable de agua y, de cuando en cuando, tenemos que rellenarlo, y aquí vienen los problemas: el terror a abrir el capó del coche y tropezarnos con un montón de cables, tubos, tapones y grasa.
Lo primero: no te asustes (es un chascarrillo...).